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Homenaje al fundador UAM: Guillermo Arango Gutiérrez
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Homenaje al fundador UAM: Guillermo Arango Gutiérrez

  Antonia Bernal Duque
Tiempo de lectura ~ 3 minutos

Durante la celebración de los 45 años de la Universidad Autónoma de Manizales, se rindió un homenaje al fundador UAM, Guillermo Arango Gutiérrez. Con este tributo, reconocemos el legado de estos visionarios, cuyo esfuerzo y compromiso han dejado una huella indeleble en nuestra Institución. 

A continuación, se presentará una semblanza de su vida realizada por su hija, Susana Arango Robledo.

Homenaje a Guillermo Arango Gutiérrez

"Es un honor y un privilegio estar hoy aquí, a 7 días del séptimo aniversario de la muerte de Guillermo Arango Gutiérrez, para rendir un pequeño homenaje a su vida y legado. Guillermo, primogénito de una familia tradicional manizaleña y hermano mayor de 6 hermanos, pasó por la vida dejando una huella especial en muchos aspectos. Tal vez las tres palabras que mejor definirían el valor más grande de este gran miembro de familia y sociedad serían la generosidad, el liderazgo y la sencillez, y todo lo que estas conllevan.

En su seno familiar, asumió siempre con entereza y bondad su rol de hermano mayor, ayudando y liderando asuntos familiares. Fue totalmente generoso a la hora de conceder su tiempo, su conocimiento y sus pertenencias materiales a los demás, y demostró un desprendimiento notable hacia el tener por tener, siempre apuntando al bienestar de muchos, no solo al propio.

En su vida laboral, algunos de sus empleados lo recuerdan por su sentido del humor, su carácter fuerte, sincero, directo y siempre amable. Siempre procuraba el bienestar de las personas que lo rodeaban, buscando que quienes estaban junto a él progresaran en conocimiento y económicamente, siendo siempre muy generoso. Cuando murió, muchas personas se acercaron a nosotros, como familia, para comentarnos que en algún momento de su vida habían sido ayudados por él en algún aspecto. Siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás, ya fuera construyendo una casa, ofreciendo un préstamo sin intereses en la empresa para que los empleados pudieran tener casa propia, consiguiendo dinero para las sillas de la iglesia, ayudando a algún joven a estudiar, y así muchas historias de personas que se cruzaron con él en algún momento, pero siempre en silencio, sin contar lo que hacía por los demás.

Esta generosidad y liderazgo también se llevaron al ámbito empresarial. Un líder decidido, no temía tomar decisiones, y los fracasos en los negocios nunca lo detuvieron de buscar nuevas oportunidades. Nunca se quejaba ni se agobiaba por los desafíos puntuales a los que en algunas ocasiones se enfrentaba, con un amor infinito al trabajo y al desarrollo del empresariado y conocimiento manizaleño y caldense, y siempre con ánimo y actitud de ayuda y colaboración.

Unos días antes de su muerte, le pregunté qué era lo que más le gustaba en la vida, y su respuesta fue: TRABAJAR. Le encantaba estar siempre en diferentes ambientes, juntas, negocios, con una dinámica que reflejaba su creatividad, su poder de decisión y su curiosidad hacia iniciativas nuevas de toda índole. Era una persona honesta, confiable, íntegra y leal. A lo largo de su vida, tocó muchas vidas con sus valores y disfrutaba el día a día de lo que hacía, de su misión empresarial y familiar.

Así fue como también fue miembro del consejo de la universidad durante muchos años, donde participó activamente en diferentes comités, y donde estoy segura que era la junta en la que más le gustaba asistir, por el alto respeto y sentido que encontraba en esta labor de la educación superior.

Hoy, como familia, agradecemos y recibimos este homenaje tan generoso por parte de la universidad y sus directivos. Dios los bendiga y que puedan seguir en esta labor tan honorable y altruista".