En el corazón del sector cafetero, surge una propuesta productiva que busca apoyar la industria. A través de la práctica social de Paz y Competitividad de la Universidad Autónoma de Manizales (UAM) realizada por la estudiante de Negocios Internacionales, Alejandra Bedoya Valencia, se ha desarrollado el café Buena Vibra, una iniciativa que redefine el paradigma económico tradicional mediante una alternativa económica, sostenible y social. 

Este proyecto innovador ofrece a los caficultores, recolectores y mujeres del sector la oportunidad de transformar su entorno, generando un cambio significativo en sus comunidades. El proyecto tiene el  respaldo de la compañía Inversiones Rivatos y el apoyo de los caficultores de Chinchiná y Palestina.

Café Buena Vibra impulsa un cambio social y económico

Buena Vibra, mediante la digitalización y una forma disruptiva de comercializar el café, ha creado una marca que no solo vende café de la más alta calidad, sino que también ofrece productos saludables derivados del café y la proteína. La misión de la marca va más allá del comercio: busca impactar la realidad energética, nutricional y espiritual de sus consumidores, promoviendo un estilo de vida saludable y consciente.

El enfoque de Buena Vibra incluye el empoderamiento de las comunidades cafeteras mediante la inclusión socioeconómica y la creación de empleo, especialmente para las mujeres, quienes desempeñan un papel crucial en la cadena de producción del café. La marca se compromete a reconocer y valorar la labor de los caficultores, destacando su importancia en la economía regional y global.

El Café Buena Vibra no solo está cambiando la forma en que se comercializa el café, sino que también está revitalizando el sector cafetero. Esta iniciativa es mucho más que una marca de café: es un movimiento que busca transformar la vida de las personas y las comunidades, rompiendo barreras y estableciendo un nuevo estándar de sostenibilidad y bienestar en el sector cafetero.